Casa Okupada en la Calle Bòria

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Barc okupa.jpg
"Barc okupa". Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons.



Con una mezcla de problemas económicos, desempleo, hipotecas muy altos, y la abundancia de casas vacías, Barcelona parece como un lugar perfecto a crear una ola de okupas en la ciudad. En la novela, El rey del mambo, por Johari Gautier Carmona, una perspicacia en el mundo de okupas está revelada. La novela hace visible la vida de okupas que es normalmente invisible a la persona afuera. Muchas personas solamente pueden ver el lado de okupación que parece ruidoso, sucio, y intrusivo, pero esa concepción no es la verdad entera. El movimiento de ocuparse casas en Barcelona, y particularmente en el bario Gótico, puede abarcar una vida llena de beneficios y alternativos que pueden mejorar la vida de una clase joven que lucha a sobrevivir en el ambiente actualmente. Además, hay un binario entre el mundo a dentro de una casa ocupado y la vida afuera que muestra las desigualdades de inclusión y usos de espacio entre la gente.

            Para empezar, la historia del movimiento de ese grupo es muy importante para entender la causa. En general, la okupación es un movimiento social de personas que da uso, temporal o permanentemente, a edificios abandonados. El espacio puede ser usado por vivienda, centros culturales, o un lugar de reunión. Los okupas quieren responder a los problemas económicos y creen en su derecho a la vivienda que se encuentra en La Constitución Española. Los artículos declaran que todos tienen el derecho a una vivienda digna y adecuada. Pero, el estado económico no permite que mucha gente disfrute de este derecho. Hay una grande proporción de jóvenes desempleados y trabajo es difícil escoger. Aun si una persona tiene trabajo, las hipotecas son extremadamente altas y son casi imposibles de  pagar. Muchas veces las hipotecas duran por 40 o 50 años. También, hasta 1995, ellos aumentan en precio 150% (Vilaseca 2014). Además de esos problemas, hay muchos edificios abandonados por el resultado de especulación, la idea que personas con dinero compran viviendas y esperan a que los precios suban por ganancias. Pero, eso no ocurrió, y ahora hay 300,000 viviendas sin personas en Barcelona. Por esas razones y más, la idea de entrar en un espacio privado y hacerse su propio no es tan difícil entender.  Cuando un espacio ha estado vacio por muchos años, una ocupación puede ocurrir.

            A dentro de una casa ocupada por okupas hay una variedad de cosas que pueden suceder pero muchas veces, las actividades tratan de enfatizar un sentido de inclusión. Usualmente, cuando okupas entran en un edificio, el espacio está sucio, viejo, y descuidado. Pero con trabajo y colaboración, puede ser transformado en un espacio muy habitable. Idealmente, el espacio está lleno de activismo político, interés cultural, social, y artístico. Según lavanguardia.com, “Una parte de estas casas funciona como centros sociales o como ateneos con actividades que sus promotores suelen citar para demostrar el interés cultural de la okupación” (Muñoz 2006). También, puede haber talleres sobre muchas actividades como cocina, autorreparación de bicicletas, malabares, etc.  El concepto que personas pueden beneficiar de la colaboración positiva con otras es integral al movimiento. No hay sentido de competición sino atmosfera de lucha contra explotación y otras problemas de sociedad.

            En El rey del mambo, Fernando, un joven que fue crecido en un ambiente muy privilegiado sale de su vida cómoda para convertirse en un okupa. Con eso cambio de vida radical, él aprende cosas sobre su vida y los problemas de su vida anterior causa. Cuando habla con su padre sobre su vida nueva dice, “Allí estoy muy bien, no me falta de nada y estoy rodeado de gente humilde y honesta, sincera y solidaria” (Carmona 28). A su padre empresario, “un explotador, un opresor, un sinvergüenza” (30) es una declaración ridícula. ¿Es posible vivir felizmente sin cosas lujosas? Pues, los okupas no necesitan cosas materiales para vivir cómodamente. Solo necesitan la solidaridad de los otros y una causa justa para luchar. Ese sentido de inclusión y activismo es muy importante para Fernando y muchos de los okupas en general.

            En la novela, la casa ocupada por unas okupas está ubicada en la Calle Bória en el barrio Gótico.  Los okupas trabajan juntos para vivir en la casa. Según pagina 89, ellos limpian en grupos en la mañana y en la tarde gasta una hora cocinando colectivamente. Después de comer juntos, ellos dedican “dos horas al ensayo y la perfección de [sus] especialidades o la organización de talleres internos para la asimilación de [sus] conocimientos” (Carmona). La idea que todos tienen sus propias responsabilidades es muy interesante. Es necesario que cada persona participe para que funcione la casa. Además de los quehaceres, el hecho que dedican tiempo a su arte es muy productivo y beneficioso. Es obvio que el mundo a dentro una casa okupada puede ser muy positivo y que la reputación que rodea esa gente es a menudo incomprendida.

            Hay un gran contraste entre la vida de una okupa y la vida afuera del movimiento. El público perciba los okupas como inútiles, que solo crean problemas para la gente. Es verdad que okupas tienen fiestas y pueden ser ruidosos pero hay más al movimiento que puede ver a primera vista.  Ellos quieren cambiar el orden de sociedad que explotan los pobres y hacerse esclavos a su hipotecario. Piensan que no necesita ser esclavo a su casa o a su trabajo, que hay más oportunidades de vida. Por ejemplo, mucha de la gente que compra una casa necesita trabajar 8 horas cada día, 5 días de semana, a mínimo. Pero, si puede rompe las cadenas de los mitos de la importancia de propiedad, puede experimentar más libertad en la vida. Una okupa no pasa sus días en una oficina, trabajando por un jefe que en realidad no le importa. Una okupa puede pasar su tiempo haciendo cosas que le gusta como arte y colaboración con otros que puede beneficiar la sociedad.

            Afuera de la casa ocupada de la novela, hay un mundo completamente diferente. El Barrio Gótico es una atracción turística cuando se visita Barcelona. Hay monumentos importantes como la Catedral Santa Creu y la Placa del Rei, museos como el de Frederic Mares, y otras atracciones que personas visitan. Los visitantes de estos sitios probablemente tienen ni idea de los okupas que residen en unas de las calles que pasan. Los turistas viven en su propio mundo de preocupaciones de cual atracción a ver luego, inconsciente de las vidas de las personas que ocupan edificios abandonados en su lucha para obtener vivienda y cambiar el orden de la sociedad.

Los ideales de competición, propiedad, e individualismo corren rampante. Todo es por las ganancias y apariencias de éxito. Los ojos de las personas que juzgan una casa ocupada son atorados en una vivencia cómoda que refuerza el status quo. Hay dos mundos separados por una puerta principal. Detrás de la puerta hay un mundo de inclusión que no conforme con las reglas de espacio y que creen en la idea de toda la gente tiene el derecho a una vivienda digna y adecuada.

 

 

Obras citadas

Articulo 47. La Constitución Española. 1978.

Muñoz, Oscar. "Los okupas controlan 300 casas en el área de Barcelona." LaVanguardia.com. 12 Aug. 2006. Web. 18 Nov. 2014. <http://www.lavanguardia.com/vida/20061208/51295633663/los-okupas-controlan-300-casas-en-el-area-de-barcelona.html>.

Vilaseca class notes. 2014.

Title
Casa Okupada en la Calle Bòria
Creator
Jordan Nickelson
Source
"Barc okupa". Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons.

Con una mezcla de problemas económicos, desempleo, hipotecas muy altos, y la abundancia de casas vacías, Barcelona parece como un lugar perfecto a crear una ola de okupas en la ciudad. En la novela, El rey del mambo, por Johari Gautier Carmona, una perspicacia en el mundo de okupas está revelada. La novela hace visible la vida de okupas que es normalmente invisible a la persona afuera. Muchas personas solamente pueden ver el lado de okupación que parece ruidoso, sucio, y intrusivo, pero esa concepción no es la verdad entera. El movimiento de ocuparse casas en Barcelona, y particularmente en el bario Gótico, puede abarcar una vida llena de beneficios y alternativos que pueden mejorar la vida de una clase joven que lucha a sobrevivir en el ambiente actualmente. Además, hay un binario entre el mundo a dentro de una casa ocupado y la vida afuera que muestra las desigualdades de inclusión y usos de espacio entre la gente.

Para empezar, la historia del movimiento de ese grupo es muy importante para entender la causa. En general, la okupación es un movimiento social de personas que da uso, temporal o permanentemente, a edificios abandonados. El espacio puede ser usado por vivienda, centros culturales, o un lugar de reunión. Los okupas quieren responder a los problemas económicos y creen en su derecho a la vivienda que se encuentra en La Constitución Española. Los artículos declaran que todos tienen el derecho a una vivienda digna y adecuada. Pero, el estado económico no permite que mucha gente disfrute de este derecho. Hay una grande proporción de jóvenes desempleados y trabajo es difícil escoger. Aun si una persona tiene trabajo, las hipotecas son extremadamente altas y son casi imposibles de pagar. Muchas veces las hipotecas duran por 40 o 50 años. También, hasta 1995, ellos aumentan en precio 150% (Vilaseca 2014). Además de esos problemas, hay muchos edificios abandonados por el resultado de especulación, la idea que personas con dinero compran viviendas y esperan a que los precios suban por ganancias. Pero, eso no ocurrió, y ahora hay 300,000 viviendas sin personas en Barcelona. Por esas razones y más, la idea de entrar en un espacio privado y hacerse su propio no es tan difícil entender. Cuando un espacio ha estado vacio por muchos años, una ocupación puede ocurrir.

A dentro de una casa ocupada por okupas hay una variedad de cosas que pueden suceder pero muchas veces, las actividades tratan de enfatizar un sentido de inclusión. Usualmente, cuando okupas entran en un edificio, el espacio está sucio, viejo, y descuidado. Pero con trabajo y colaboración, puede ser transformado en un espacio muy habitable. Idealmente, el espacio está lleno de activismo político, interés cultural, social, y artístico. Según lavanguardia.com, “Una parte de estas casas funciona como centros sociales o como ateneos con actividades que sus promotores suelen citar para demostrar el interés cultural de la okupación” (Muñoz 2006). También, puede haber talleres sobre muchas actividades como cocina, autorreparación de bicicletas, malabares, etc. El concepto que personas pueden beneficiar de la colaboración positiva con otras es integral al movimiento. No hay sentido de competición sino atmosfera de lucha contra explotación y otras problemas de sociedad.

En El rey del mambo, Fernando, un joven que fue crecido en un ambiente muy privilegiado sale de su vida cómoda para convertirse en un okupa. Con eso cambio de vida radical, él aprende cosas sobre su vida y los problemas de su vida anterior causa. Cuando habla con su padre sobre su vida nueva dice, “Allí estoy muy bien, no me falta de nada y estoy rodeado de gente humilde y honesta, sincera y solidaria” (Carmona 28). A su padre empresario, “un explotador, un opresor, un sinvergüenza” (30) es una declaración ridícula. ¿Es posible vivir felizmente sin cosas lujosas? Pues, los okupas no necesitan cosas materiales para vivir cómodamente. Solo necesitan la solidaridad de los otros y una causa justa para luchar. Ese sentido de inclusión y activismo es muy importante para Fernando y muchos de los okupas en general.

En la novela, la casa ocupada por unas okupas está ubicada en la Calle Bória en el barrio Gótico. Los okupas trabajan juntos para vivir en la casa. Según pagina 89, ellos limpian en grupos en la mañana y en la tarde gasta una hora cocinando colectivamente. Después de comer juntos, ellos dedican “dos horas al ensayo y la perfección de [sus] especialidades o la organización de talleres internos para la asimilación de [sus] conocimientos” (Carmona). La idea que todos tienen sus propias responsabilidades es muy interesante. Es necesario que cada persona participe para que funcione la casa. Además de los quehaceres, el hecho que dedican tiempo a su arte es muy productivo y beneficioso. Es obvio que el mundo a dentro una casa okupada puede ser muy positivo y que la reputación que rodea esa gente es a menudo incomprendida.

Hay un gran contraste entre la vida de una okupa y la vida afuera del movimiento. El público perciba los okupas como inútiles, que solo crean problemas para la gente. Es verdad que okupas tienen fiestas y pueden ser ruidosos pero hay más al movimiento que puede ver a primera vista. Ellos quieren cambiar el orden de sociedad que explotan los pobres y hacerse esclavos a su hipotecario. Piensan que no necesita ser esclavo a su casa o a su trabajo, que hay más oportunidades de vida. Por ejemplo, mucha de la gente que compra una casa necesita trabajar 8 horas cada día, 5 días de semana, a mínimo. Pero, si puede rompe las cadenas de los mitos de la importancia de propiedad, puede experimentar más libertad en la vida. Una okupa no pasa sus días en una oficina, trabajando por un jefe que en realidad no le importa. Una okupa puede pasar su tiempo haciendo cosas que le gusta como arte y colaboración con otros que puede beneficiar la sociedad.

Afuera de la casa ocupada de la novela, hay un mundo completamente diferente. El Barrio Gótico es una atracción turística cuando se visita Barcelona. Hay monumentos importantes como la Catedral Santa Creu y la Placa del Rei, museos como el de Frederic Mares, y otras atracciones que personas visitan. Los visitantes de estos sitios probablemente tienen ni idea de los okupas que residen en unas de las calles que pasan. Los turistas viven en su propio mundo de preocupaciones de cual atracción a ver luego, inconsciente de las vidas de las personas que ocupan edificios abandonados en su lucha para obtener vivienda y cambiar el orden de la sociedad.

Los ideales de competición, propiedad, e individualismo corren rampante. Todo es por las ganancias y apariencias de éxito. Los ojos de las personas que juzgan una casa ocupada son atorados en una vivencia cómoda que refuerza el status quo. Hay dos mundos separados por una puerta principal. Detrás de la puerta hay un mundo de inclusión que no conforme con las reglas de espacio y que creen en la idea de toda la gente tiene el derecho a una vivienda digna y adecuada.



Véase el mapa de Barcelona



Obras citadas

Articulo 47. La Constitución Española. 1978.

Muñoz, Oscar. "Los okupas controlan 300 casas en el área de Barcelona." LaVanguardia.com. 12 Aug. 2006. Web. 18 Nov. 2014. <http://www.lavanguardia.com/vida/20061208/51295633663/los-okupas-controlan-300-casas-en-el-area-de-barcelona.html>.

Vilaseca class notes. 2014.

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