Plaza de Jacinto Benavente

 

[Video por Monica Tapia, texto escrito por Christian Villalobos]

 

La Plaza de Jacinto Benavente

 

En la novela De Madrid al cielo de Ismael Grasa, la plaza de Jacinto Benavente es un lugar público adónde van prostitutas para ofrecer sus servicios. En ninguna guía de turista va a describir la Plaza de Jacinto Benavente con sus prostitutas y drogas. El protagonista las describe como de todas formas de cuerpo. Flacas, o gorditas altas o chaparras. Zenón no sabe que las prostitutas eran peligrosas. Cuando ellas tienen dinero después de ofrecer sus servicios se van a drogar y a fumar. Ellas son tan pobres por su adicción que para ofrecer sus servicios se van al cine Carretas. Zenón y el hermano de Paula pasaban por el área cuando mencionaron este lugar en la novela.

Conocida como la plaza de Benavente, es un espacio público. Las calles que son parte de la plaza son Carretas, Cruz Huertas, Atocha, Doctor Cortezo, Concepción Jerónima de la Bolsa. Fue creado en memoria de Premio Nobel y fue nombrada en 1926. La plaza se creó como consecuencia del derribo de varios edificios en tomo a la plazuela de Aduana Vieja y la anexa plazuela de la Lena. La plaza pertenece al Barrio de las Letras o Barrio de las Musas.

Paula tuvo que recaer a la prostitución porque no tenía dinero para ayudar con los pagos de la casa. Como ella las mujeres que trabajan en la plaza de Jacinto Benavente recurren a ser prostitutas porque el dinero no les alcanza para pagar las cuentas. Cuando comienzan a trabajar en la plaza algunas mujeres no son drogadictas. Con el tiempo muchas prostitutas empiezan a drogarse. Las drogas y el alcohol son muy fáciles de conseguir en la plaza de Jacinto Benavente. Las prostitutas consumen drogas para olvidar su pobreza y problemas personales. Con el tiempo se convierten adictas a las drogas. Las prostitutas gastan mucho dinero en drogas, al punto de no tener nada de dinero para sus cuentas. Algunas terminan robando dinero a sus familiares para poder comprar más drogas. Las mujeres en este empleo pueden empezar muy jóvenes como Paula. Pierden la oportunidad de ir a la escuela. También se arriesga a ser víctimas de violencia, como Paula. La sociedad no respeta a estas mujeres, las clasifica como sucias. Personas prefieren no ser relacionadas con prostitutas. En conclusión trabajar en la plaza es un lugar que ninguna mujer quisiera estar en, para olvidar su oficio recurren a las drogas. En recurrir a las drogas se meten en un ciclo que no tiene final y sin respecto de la comunidad.

 Para evitar que las mujeres recluyan a prostitución el gobierno pudiera empezar por ayudar a las mujeres de la Plaza de Jacinto Benavente. Les podría ofrecer empleo y cómoda. También les podría ofrecer cursos gratuitos para que ellas aprendan un oficio. La comunidad les podría ofrecer apoyo para que no recluyan a las drogas. También pueden ofrecer programas para limpiar el cuerpo y parar de usar drogas.

Véase el mapa de Madrid