La Tienda del Espia

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[Video por Shannon Schmidt; texto escrito por Ang Charczuk]

Tienda de espía: análisis del Rey del mambo

            El rey del mambo es un libro escrito por Johari Gautier Carmona sobre una familia privilegiada de Barcelona y su experiencia con el movimiento Okupa. El personaje principal, Josep (José) Casals, es un empresario cuyo hijo Fernando de repente se ingresa en el movimiento, que propulsa a él a averiguar las razones por las cuales Fernando lo hizo. El libro también trata de la relación compleja entre Josep y su esposa Carmen, en la cual él decide espiar a ella después de que su relación empezó a desmoronarse. La visita de Josep en la tienda de espía muestra la complejidad del debate sobre el balance entre la privacidad, la seguridad, y los derechos especiales que casi se puede “comprar” cuando uno tiene el dinero, pero, sobre todo, uno debe de recordar que tiene un derecho a la privacidad.

Para empezar, la privacidad es extremadamente enfatizada en El rey del mambo, particularmente en la relación entre Josep y Carmen, pero también en la relación entre él y su hijo. Después de que Fernando “se convirtió en director de su primera empresa” y Carmen empezó a ayudarle (Carmona 16), había mucha privacidad entre los dos cuando trabajaron juntos, así que excluyeron a Josep casi totalmente de la vida “familiar.” Él no sabía cómo interrumpir y ganar las afecciones de su esposa y su hijo otra vez; por eso giró a buscar la consolación en relaciones con una prostituta brasileña (Carmona 19), que también provocó una necesitad extrema de la privacidad por su parte por el miedo de estar descubierto. Aun estos son ejemplos muy específicos a una familia particular y casi triviales en el gran contexto, muestran perfectamente los aspectos más importantes del debate: la gente tiene el derecho a la privacidad, por lo menos en la mayoría de los casos. Siguiendo el consejo de su “amigo” a “transformar[se] … en un detective de alto nivel” (Carmona 36) y visitar a La Tienda de Espías para comprar el equipamiento, lo instaló para averiguar que estaba pasando.  Era la desesperación que le motivó a Josep a la invasión de la privacidad de su esposa, y, mientras unas personas pueden argumentar que sus acciones están justificadas por la traición de su mujer, es obvio que no tenía el derecho a hacerlo porque nadie realmente puede determinar quién merece tener la privacidad y quién no. Tampoco se puede determinar quién tiene el derecho a invadirla.

Similarmente, muchas personas no están de acuerdo con las invasiones de la privacidad que hacen los gobiernos realmente cada día. Por ejemplo, Martín Varsavsky, un reportero del periódico El Mundo, dice algo muy importante sobre la privacidad: “una de las pocas maneras de mantener[la] es el anonimato, pero con estas nuevas tarjetas y la obligación de llevarlas siempre, esto cada vez es más difícil.” Varsavsky refiere a la nueva ley en Alemania que demanda que todos los ciudadanos lleven una tarjeta de identificación que contiene un chip con toda la información personal, incluso la información biométrica (Savov 2010). El argumento de los dos es que sólo es aun otra tentativa del gobierno para controlar a la gente. Algunos pueden decir que esto es un caso muy extremo y hay más anonimato y libertad en otros países. Es cierto que no hay estos tipos de leyes en los Estados Unidos o España, por ejemplo (aunque la prueba del gobierno estadounidense a mandar a todos los inmigrantes a siempre llevar su Tarjeta Verde es bastante similar), pero la invasión ya está ahí también. Tampoco hay que buscar en lugares distintos para encontrar otros ejemplos de esto: ya existen cámaras de vigilancia en las calles y barrios particulares de Chicago. Según el sitio oficial del Departamento de la Policía de Chicago, los Police Observation Devices (PODs) habían estado instalados para que las tasas de los crímenes bajen y la ciudad se convierta en un lugar mucho menos violento y más seguro. Tampoco se puede olvidar de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) cuyo propósito, entre otros, es vigilar la actividad en el internet tanto como escuchar las conversaciones telefónicas o leer los tweets de los ciudadanos estadounidenses. Todos estos son ejemplos de la invasión de la privacidad, en muchos casos sin obtener ningún tipo de permiso o consentimiento de la gente para hacerlo – que es exactamente lo que hizo José cuando instaló las cámaras y los micrófonos. Aunque el argumento es que los gobiernos vigilan lo que hacen los ciudadanos para la protección, no es protección si uno no puede sentirse cómodo en su propia casa. En lugar de seguir a todos, el gobierno debe de tener las pruebas sólidas del peligro de algunos terroristas o criminales y sólo vigilar a ellos. Los ciudadanos “normales” deben de tener su privacidad.

El debate de la privacidad también incluye  las distinciones entre el espacio privado y el espacio público. Aunque nadie puede realmente controlar todo lo que pasa en lugar público, algunos pueden argumentar que esta invasión de la privacidad no debe tener lugar en espacios públicos por la definición de ser “público.” Sin embargo, el uso de las cámaras o la “vigilancia” limita este espacio porque  controla lo que pasa y qué tipos de personas pueden entrar.

Continuando, el asunto de la seguridad es otra parte del debate. En El rey del mambo, José visitó la tienda e invadió la privacidad de su esposa por la necesitad de evaluar el estado de su matrimonio porque Carmen ya casi no le hablaba (Carmona 35). También se enteró del pasado muy oscuro de su hijo que incluyó drogar, violar, y tener un hijo con una empleada cuando tenía 15 años (Carmona 22). Algunos pueden argumentar que si hubiera invadido la privacidad de su hijo y su esposa, él no habría cometido todos estos crímenes y ella no tendría otro novio y relaciones extramatrimoniales. En otras palabras, Josep habría rescatado a su familia. Esto también es un argumento muy válido sobre la seguridad: a veces hay que invadir la privacidad para mantener la seguridad. José no sabía nada de lo que estaba pasando en su propia casa por ignorancia y no querer meterse en los asuntos de otras personas. Su olvido resultó en una gran falta de seguridad para muchos. Similarmente, todos los ejemplos de la invasión de la privacidad ya mencionados tienen este otro lado: siempre hay un argumento de la seguridad y hay un balance muy delicado entre los dos.  Sin embargo, la invasión de la privacidad en el caso de Fernando probablemente no habría hecho nada para impedirlo de cometer todos los crímenes. Más que eso, desconfiaría en su padre aún más. Una responsabilidad de Josep había debido de ser prestar atención a su familia antes y  prevenir los problemas en maneras más civilizadas. Si hay una manera de prevenir un crimen, algunos argumentarían que debemos utilizarla, especialmente cuando, como en el ejemplo de la policía en Chicago con los PODs, hay resultados de la eficacia de estos sistemas (el Departamento de la Policía de Chicago 2013). Si la gente sabe que alguien está mirando y puede ser castigada por violar las leyes, toda la ciudad (o sociedad) puede sentirse más segura porque no habrá tantos delitos. Sin embargo, la libertad nunca debe de ser sacrificada, ni para la seguridad.

Por lo último, la tercera parte del debate es que la gente con el dinero siempre tiene privilegios especiales. La familia Casals, por ejemplo, tenía muchísimo dinero, y eso es una razón por la cual José pudo permitirse comprar todo el equipamiento (que a veces cuesta demasiado) para espiar en su esposa y también dejar su trabajo por algunos meses para convertirse en un Okupa, entrar en la casa e invadir la privacidad de su hijo. Aquí hay un tipo de “juego” porque estos son privilegios que casi nadie de la clase trabajadora puede permitirse. Ellos también cambian los asuntos de la privacidad y la seguridad porque las dos pueden ser alteradas con el uso del dinero: se puede invadir la privacidad de otras personas con la ayuda de un detective y también se puede asegurar propia seguridad (o tomar a una de otra persona) por pagar.       

Un obvio tipo de seguridad es tener una casa. Este tipo de seguridad es también algo que viene con el dinero porque no todos pueden permitirse poseerla. Según los artículos 47 y 33 de la Constitución española,” todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada,” y “se reconoce el derecho a la propiedad privada” (La Moncloa). Sin embargo, a pesar de estos dos artículos y una visión muy ambiciosa del gobierno español, muchos españoles no pueden permitirse comprar una casa porque la vivienda en España es inaccesible por los costos altísimos. Este problema, y el fenómeno de las casas o abandonadas o simplemente no usadas por muchísimo tiempo, son el fundamento para el movimiento Okupa. Los jóvenes que son parte del movimiento, como Fernando en El rey del mambo, entran en una casa no usada por mucho tiempo y traen la vida allí. José fingió que era un hombre costarricense que también es parte del movimiento y quería quedarse en la casa (Carmona 71) para acercarse a su hijo y averiguar porque Fernando dejó toda su vida para ellos. Los miembros todos comparten una ideología anti-capitalista y sus acciones anti-materialistas (como tomar casas abandonadas) son parte de ella. Luchan para tener seguridad y contra la desigualdad social causada por el dinero, mientras la gente rica, como Josep, puede comprar su seguridad. Aun así, tener una casa es también otro tipo de la privacidad, y todos los miembros de la sociedad tienen el derecho a tenerla.

Para resumir, el libro enfatiza el gran debate entre la privacidad, la seguridad, y el papel del dinero. El personaje de Josep utiliza la tienda de espía para averiguar lo que está pasando con su familia. Él va por todos los lados y muestra la complejidad de tener el balance porque no hay sólo una respuesta correcta.

 

 

Obras citadas

Carmona, Johari G. El rey del mambo. N. p.: Novísima Biblioteca, 2009. Print.

Chicago Police Department. “POD Program.” Chicago Police. Chicago Police Department, n.d. Web. 20 Nov. 2014.

CNN Chile. “Empresas de tecnología pidieron limitar la invasión a la privacidad al gobierno de EE.UU.” Está pasando. Lo estás viendo. CNN Chile, 09 Dec. 2013. Web. 20 Nov. 2014.

“Constitución Española.” Constitución Española. La Moncloa. Web. 20 Nov. 2014.

Savov, Vlad. “Germany Slapping RFID Tags on Its Populace for the Sake of Brisker Bureaucracy.” Engadget. EnGadget, 23 Aug. 2010. Web. 20 Nov. 2014.

Tienda Espía Barcelona. TiendaEspíaBarcelona.net, n.d. Web. 20 Nov. 2014.

Varsavsky, Martín. “Alemania, España, Europa y sus contradicciones en temas de privacidad.” El Mundo. El Mundo, 21 Oct. 2010. Web. 20 Nov. 2014.

Title
La Tienda del Espia
Creator
Ang Charczuk
Shannon Schmidt
Source
[Video por Shannon Schmidt; texto escrito por Ang Charczuk]

La Tienda del espía: análisis de El Rey del Mambo

El rey del mambo es un libro escrito por Johari Gautier Carmona sobre una familia privilegiada de Barcelona y su experiencia con el movimiento Okupa. El personaje principal, Josep (José) Casals, es un empresario cuyo hijo Fernando de repente se ingresa en el movimiento, que propulsa a él a averiguar las razones por las cuales Fernando lo hizo. El libro también trata de la relación compleja entre Josep y su esposa Carmen, en la cual él decide espiar a ella después de que su relación empezó a desmoronarse. La visita de Josep en la tienda de espía muestra la complejidad del debate sobre el balance entre la privacidad, la seguridad, y los derechos especiales que casi se puede “comprar” cuando uno tiene el dinero, pero, sobre todo, uno debe de recordar que tiene un derecho a la privacidad.

Para empezar, la privacidad es extremadamente enfatizada en El rey del mambo, particularmente en la relación entre Josep y Carmen, pero también en la relación entre él y su hijo. Después de que Fernando “se convirtió en director de su primera empresa” y Carmen empezó a ayudarle (Carmona 16), había mucha privacidad entre los dos cuando trabajaron juntos, así que excluyeron a Josep casi totalmente de la vida “familiar.” Él no sabía cómo interrumpir y ganar las afecciones de su esposa y su hijo otra vez; por eso giró a buscar la consolación en relaciones con una prostituta brasileña (Carmona 19), que también provocó una necesitad extrema de la privacidad por su parte por el miedo de estar descubierto. Aun estos son ejemplos muy específicos a una familia particular y casi triviales en el gran contexto, muestran perfectamente los aspectos más importantes del debate: la gente tiene el derecho a la privacidad, por lo menos en la mayoría de los casos. Siguiendo el consejo de su “amigo” a “transformar[se] … en un detective de alto nivel” (Carmona 36) y visitar a La Tienda de Espías para comprar el equipamiento, lo instaló para averiguar que estaba pasando. Era la desesperación que le motivó a Josep a la invasión de la privacidad de su esposa, y, mientras unas personas pueden argumentar que sus acciones están justificadas por la traición de su mujer, es obvio que no tenía el derecho a hacerlo porque nadie realmente puede determinar quién merece tener la privacidad y quién no. Tampoco se puede determinar quién tiene el derecho a invadirla.

Similarmente, muchas personas no están de acuerdo con las invasiones de la privacidad que hacen los gobiernos realmente cada día. Por ejemplo, Martín Varsavsky, un reportero del periódico El Mundo, dice algo muy importante sobre la privacidad: “una de las pocas maneras de mantener[la] es el anonimato, pero con estas nuevas tarjetas y la obligación de llevarlas siempre, esto cada vez es más difícil.” Varsavsky refiere a la nueva ley en Alemania que demanda que todos los ciudadanos lleven una tarjeta de identificación que contiene un chip con toda la información personal, incluso la información biométrica (Savov 2010). El argumento de los dos es que sólo es aun otra tentativa del gobierno para controlar a la gente. Algunos pueden decir que esto es un caso muy extremo y hay más anonimato y libertad en otros países. Es cierto que no hay estos tipos de leyes en los Estados Unidos o España, por ejemplo (aunque la prueba del gobierno estadounidense a mandar a todos los inmigrantes a siempre llevar su Tarjeta Verde es bastante similar), pero la invasión ya está ahí también. Tampoco hay que buscar en lugares distintos para encontrar otros ejemplos de esto: ya existen cámaras de vigilancia en las calles y barrios particulares de Chicago. Según el sitio oficial del Departamento de la Policía de Chicago, los Police Observation Devices (PODs) habían estado instalados para que las tasas de los crímenes bajen y la ciudad se convierta en un lugar mucho menos violento y más seguro. Tampoco se puede olvidar de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) cuyo propósito, entre otros, es vigilar la actividad en el internet tanto como escuchar las conversaciones telefónicas o leer los tweets de los ciudadanos estadounidenses. Todos estos son ejemplos de la invasión de la privacidad, en muchos casos sin obtener ningún tipo de permiso o consentimiento de la gente para hacerlo – que es exactamente lo que hizo José cuando instaló las cámaras y los micrófonos. Aunque el argumento es que los gobiernos vigilan lo que hacen los ciudadanos para la protección, no es protección si uno no puede sentirse cómodo en su propia casa. En lugar de seguir a todos, el gobierno debe de tener las pruebas sólidas del peligro de algunos terroristas o criminales y sólo vigilar a ellos. Los ciudadanos “normales” deben de tener su privacidad.

El debate de la privacidad también incluye las distinciones entre el espacio privado y el espacio público. Aunque nadie puede realmente controlar todo lo que pasa en lugar público, algunos pueden argumentar que esta invasión de la privacidad no debe tener lugar en espacios públicos por la definición de ser “público.” Sin embargo, el uso de las cámaras o la “vigilancia” limita este espacio porque controla lo que pasa y qué tipos de personas pueden entrar.

Continuando, el asunto de la seguridad es otra parte del debate. En El rey del mambo, José visitó la tienda e invadió la privacidad de su esposa por la necesitad de evaluar el estado de su matrimonio porque Carmen ya casi no le hablaba (Carmona 35). También se enteró del pasado muy oscuro de su hijo que incluyó drogar, violar, y tener un hijo con una empleada cuando tenía 15 años (Carmona 22). Algunos pueden argumentar que si hubiera invadido la privacidad de su hijo y su esposa, él no habría cometido todos estos crímenes y ella no tendría otro novio y relaciones extramatrimoniales. En otras palabras, Josep habría rescatado a su familia. Esto también es un argumento muy válido sobre la seguridad: a veces hay que invadir la privacidad para mantener la seguridad. José no sabía nada de lo que estaba pasando en su propia casa por ignorancia y no querer meterse en los asuntos de otras personas. Su olvido resultó en una gran falta de seguridad para muchos. Similarmente, todos los ejemplos de la invasión de la privacidad ya mencionados tienen este otro lado: siempre hay un argumento de la seguridad y hay un balance muy delicado entre los dos. Sin embargo, la invasión de la privacidad en el caso de Fernando probablemente no habría hecho nada para impedirlo de cometer todos los crímenes. Más que eso, desconfiaría en su padre aún más. Una responsabilidad de Josep había debido de ser prestar atención a su familia antes y prevenir los problemas en maneras más civilizadas. Si hay una manera de prevenir un crimen, algunos argumentarían que debemos utilizarla, especialmente cuando, como en el ejemplo de la policía en Chicago con los PODs, hay resultados de la eficacia de estos sistemas (el Departamento de la Policía de Chicago 2013). Si la gente sabe que alguien está mirando y puede ser castigada por violar las leyes, toda la ciudad (o sociedad) puede sentirse más segura porque no habrá tantos delitos. Sin embargo, la libertad nunca debe de ser sacrificada, ni para la seguridad.

Por lo último, la tercera parte del debate es que la gente con el dinero siempre tiene privilegios especiales. La familia Casals, por ejemplo, tenía muchísimo dinero, y eso es una razón por la cual José pudo permitirse comprar todo el equipamiento (que a veces cuesta demasiado) para espiar en su esposa y también dejar su trabajo por algunos meses para convertirse en un Okupa, entrar en la casa e invadir la privacidad de su hijo. Aquí hay un tipo de “juego” porque estos son privilegios que casi nadie de la clase trabajadora puede permitirse. Ellos también cambian los asuntos de la privacidad y la seguridad porque las dos pueden ser alteradas con el uso del dinero: se puede invadir la privacidad de otras personas con la ayuda de un detective y también se puede asegurar propia seguridad (o tomar a una de otra persona) por pagar.

Un obvio tipo de seguridad es tener una casa. Este tipo de seguridad es también algo que viene con el dinero porque no todos pueden permitirse poseerla. Según los artículos 47 y 33 de la Constitución española,” todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada,” y “se reconoce el derecho a la propiedad privada” (La Moncloa). Sin embargo, a pesar de estos dos artículos y una visión muy ambiciosa del gobierno español, muchos españoles no pueden permitirse comprar una casa porque la vivienda en España es inaccesible por los costos altísimos. Este problema, y el fenómeno de las casas o abandonadas o simplemente no usadas por muchísimo tiempo, son el fundamento para el movimiento Okupa. Los jóvenes que son parte del movimiento, como Fernando en El rey del mambo, entran en una casa no usada por mucho tiempo y traen la vida allí. José fingió que era un hombre costarricense que también es parte del movimiento y quería quedarse en la casa (Carmona 71) para acercarse a su hijo y averiguar porque Fernando dejó toda su vida para ellos. Los miembros todos comparten una ideología anti-capitalista y sus acciones anti-materialistas (como tomar casas abandonadas) son parte de ella. Luchan para tener seguridad y contra la desigualdad social causada por el dinero, mientras la gente rica, como Josep, puede comprar su seguridad. Aun así, tener una casa es también otro tipo de la privacidad, y todos los miembros de la sociedad tienen el derecho a tenerla.

Para resumir, el libro enfatiza el gran debate entre la privacidad, la seguridad, y el papel del dinero. El personaje de Josep utiliza la tienda de espía para averiguar lo que está pasando con su familia. Él va por todos los lados y muestra la complejidad de tener el balance porque no hay sólo una respuesta correcta.



Véase el mapa de Barcelona







Obras citadas

Carmona, Johari G. El rey del mambo. N. p.: Novísima Biblioteca, 2009. Print.

Chicago Police Department. “POD Program.” Chicago Police. Chicago Police Department, n.d. Web. 20 Nov. 2014.

CNN Chile. “Empresas de tecnología pidieron limitar la invasión a la privacidad al gobierno de EE.UU.” Está pasando. Lo estás viendo. CNN Chile, 09 Dec. 2013. Web. 20 Nov. 2014.

“Constitución Española.” Constitución Española. La Moncloa. Web. 20 Nov. 2014.

Savov, Vlad. “Germany Slapping RFID Tags on Its Populace for the Sake of Brisker Bureaucracy.” Engadget. EnGadget, 23 Aug. 2010. Web. 20 Nov. 2014.

Tienda Espía Barcelona. TiendaEspíaBarcelona.net, n.d. Web. 20 Nov. 2014.

Varsavsky, Martín. “Alemania, España, Europa y sus contradicciones en temas de privacidad.” El Mundo. El Mundo, 21 Oct. 2010. Web. 20 Nov. 2014.
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